Existen más de doscientas especies de medusas, seis de las cuales se pueden encontrar con frecuencia en el entorno de las Islas Británicas. Durante las últimas dos décadas, las poblaciones mundiales de estos animales marinos se han disparado. Investigaciones recientes revelan que este aumento puede estar relacionado con la actividad humana.

Una de las principales causas es el calentamiento de los océanos ya que, a diferencia de muchas especies marinas, las medusas pueden prosperar en aguas más cálidas y con menos oxígeno. A esto contribuye la sobrepesca de sus depredadores naturales, como las tortugas y los tiburones.

Como parte de una campaña de Coastwatch Europe para concienciar sobre este problema y formar al público para que pueda identificar y monitorear a estos animales, se han desarrollado una serie de fichas que también brindan información sobre el nivel de toxicidad de las células urticantes presentes en los tentáculos.